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Lograr que los alimentos duren más tiempo en casa almacenándolos de forma correcta, puede ser algo muy bueno. Echa un vistazo a estas 10 recomendaciones para mantener los alimentos frescos y evitar desperdicios:
Los plátanos liberan gas etileno, que controla el pardeamiento enzimático y la maduración de la fruta y de cualquier otra próxima a ella. Gran parte del gas sale de la región que conecta a la banana con el racimo, conocida como vástago. Al envolverlo, se reduce la velocidad del proceso de maduración y, en consecuencia, la fruta no se estropea tan rápido. El proceso es exactamente el mismo que enrollar papaya en hojas de periódico para que demore más tiempo en madurar.
La congelación es siempre una buena manera de conservar los alimentos, pero rara vez pensamos en hacerlo con hierbas que se utilizan normalmente como condimento, tales como el perejil y el cebollino. Si congelas estas hierbas en aceite, te aseguras de tener una pequeña cantidad de aceite para cocinar la comida, además de las propias hierbas para condimentar.
La sensación de ardor al tocar cualquier alimento que estaba en el congelador se debe a que el aire de un recipiente proporciona un lugar adecuado para que el hielo se adhiera. Tú puedes librarte de ese espacio adicional al cortar el envase, y así, ya no tendrás que quemarte para conseguir aquellos restos del helado de hace unos días.
Al igual que los plátanos, las manzanas también liberan gas etileno. Esto hace que algunas frutas maduren más rápido, pero también evita que las patatas broten rápidamente.
Cuando se almacena un tomate con el tallo hacia abajo (a temperatura ambiente, no en la nevera), esta posición impide que el aire y la humedad entren por el lugar dónde el fruto fue arranchado al momento de la cosecha. Esto extiende un poco su vida útil.
La mejor forma de conservación es almacenarlos en el refrigerador. Esto hace que permanezcan más jugosos y puede incluso agregar un poco más de longevidad si los almacenas en una bolsa de plástico.
La ciencia sugiere que la mejor manera de ahorrar es a temperatura ambiente, es decir, fuera de la nevera. La razón es que la temperatura más baja de un refrigerador hace que el proceso de deshidratación se produzca más rápidamente.
Parece que la mayoría de las frutas delicadas, por ejemplo, las frutas rojas como las fresas, arándanos o frambuesas, se estropean muy rápidamente. Una forma de mantenerlas frescas es que las almacenes en una sola capa. Es decir, sacarlas de las bandejas en las que se comercializan normalmente (con varias capas de fruta, una encima de la otra) y distribuirlas en una sola capa en un recipiente adecuado. Esto evita que el jugo de la fruta se fugue y perjudique las capas a continuación.
En la mayoría de los refrigeradores, la plataforma superior tiene una temperatura más constante, porque ahí es donde está el termómetro. Por lo tanto, lo ideal es que se almacenan en este sitio los productos lácteos, ya que son los alimentos más propensos a echarse a perder si no se mantiene a la temperatura adecuada.
Si lo dejas en la nevera durante la noche, la salsa tiende a presentar un color más marrón en la parte superior. Para evitar esto, agrega una capa delgada de agua sobre ella. El agua es una barrera contra el oxígeno y evita que se oscurezca la salsa. Aquí te presentamos una receta para hacer un exquisito guacamole para acompañar tus taquizas.